miércoles, 18 de septiembre de 2013

"Solo un simple Libro"

Santiago, es tan solo un chico de 11 años y encontró una nueva forma de perder el tiempo, o eso es lo que parece, en su escuela tenían visitas. Un taller literario que iba a todos las escuelas primarias a animar la lectura y escritura a partir de 6° grado. A sus demás compañeros no les importo mucho ellos seguían en lo suyo pero a él algo le llamo la atención! entre todos los libros que trajeron uno en particular lo sedujo, era un libro no tan común, en la tapa decía "mitología griega" si era algo que a él le gustaba eran las palabras raras, de inmediato lo tomo y se fue a acomodar bajo la sombra de un árbol, con la ayuda de una leve brisa que pasaba se complementaron para producir el ambiente perfecto para dejarse llevar y visitar nuevos mundos, porque eso es lo que significa para un lector empedernido un cuento, uno de esos o el inicio de ese mencionado.
 Urano Padre Supremo: "Dios del Cielo" y Gea madre tierra: "Diosa de la Tierra" ellos tuvieron 12 hijos llamados "Titanes". Levanto la cabeza y se puso a pensar mmm... siguió: el mas importante fue Cronos que  junto a Rea tuvieron 6 hijos llamados los "Dioses Olímpicos" Entre ellos Zeus... siguió pensando y se dio cuenta de una cosa. Algo estaba pasando con él, sentía que estaba en medio de ese lugar entre dioses, semi-dioses, héroes y humanos. Allí en la Antigua Grecia, que Loco!! Timbre, con una leve sonrisa se levanto, sacudió su ropa y siguió hacia clases. Durante el día se pregunto si a todos le pasaba eso al leer las oraciones escritas. En fin, termino de leerlo y quiso saber mas sobre esas cosas de grandes pensadores. Pero el Taller ya había concluido.
 Lo entristeció pero para nada lo detuvo, llego a su casa y pregunto a su papá donde habían libros muchos libros que leer, con la enorme mueca en su rostro señal de la felicidad. Él contesto que a su edad visitaba a menudo la biblioteca que había en la ciudad y partieron hacia allí.
El viaje no fue largo ya en el lugar las ansias de Santiago no lo dejaban quieto, se desprendió de su padre y corrió las escaleras restantes. Parado allí frente a la inmensa entrada el corazón le galopaba fuertemente, entro y le sorprendió la magnitud del lugar lleno de estantes que estaban repletos de libros. Jamas había visto algo semejante. Junto a su padre, que le costo alcanzarlo, entraron por los pasillos mirando que podrían leer, "Santi" como le decían sus amigos no se decidía por algo en especifico. todo le parecía impresionante, leia un par de hojas, imaginaba, sonreía y pasaba a otro. Porque él un chico de 11 años no veía libros veía "mundos desconocidos" que estaban a merced de quien se disponga a abrirlos, esperando ser descubiertos.





La ciudad de los bloques

 Alicia y Juan eran dos hermanos, a los cuales les fascinaba armar figuras con bloques, Les fascinaba tanto que podían pasar todo el día jugando con ellos, se inspiraban en figuras comunes.
Un  día en la habitación mientras Juan armaba  sus figuras, Alicia estaba asomada a la ventana, pensativa. A juan le pareció raro porque ella nunca había estado así , entonces  fue y le pregunto:
- Que miras Alicia
-La ciudad…-responde-Es tan bella  
-la verdad que nunca le había prestado atención, pero si tienes razón
Como el día soleado decidieron salir a jugar con sus bloques  a la plaza. Al llegar ella dice mira juan que hermosa vista… él se subió a un árbol y se quedó  mirándola fijamente y le dice:
- ¿Si armamos la ciudad?
Alicia muy entusiasmada acepta. Y así comenzaron a armar la Ciudad de Bloques, la gente del parque quedo asombrada, al ver  como dos niños construían una exacta y pequeña  imitación de la ciudad. Su meta final era terminarla al final del día.
Las horas pasaban y ellos la seguían  construyendo, oscurecía  y sentían que no la terminarían pero igual seguían, la noche llego y  faltaba poco para terminarla, las horas seguían pasando, la luz de la luna alumbraba el parque, esa misma fue la que al finalizar el día ilumino la Ciudad de Bloques terminada.





martes, 17 de septiembre de 2013

Sueños

Hubo una vez una niña que soñaba con poder, algún día, volar por ese gran y extenso cielo. Todos decían que eso era una locura, ya que ninguno de los de clase baja tenían los recursos necesarios para poder tener o trabajar como aviador.
 Ella se llamaba Nana tenía 14 años. Para su edad era muy soñadora y emprendedora. Tenía dos hermanos y sus padres eran agricultores; su casa era pequeña, solo había una habitación y tres camas en ella. Pero para Nana era más que suficiente, ya que a ella le gustaba saltar de una cama a otra, imaginándose que saltaba de nube en nube y que veía a todos desde arriba.

 Así pasaron cinco años, y ahora Nana tiene 19. Ella ayuda en lo puede en su casa y en el trabajo a sus padres.
 Un día mientras hacía un encargo, vio un avión en el cielo que perdía altura y que se estrelló. Sorprendida, fue a ver que había pasado. Cuando llego al lugar se encontró con un anciano herido y al avión dañado.
 Nana hace todo lo posible para llevar al hombre al hospital. Después de estar esperando, el médico salé del quirófano y le dice que el paciente se encuentra bien. Al rato, viene una enfermera y le comunica a Nana que el hombre la quiere ver. Rápidamente, Nana, se dirige a donde esta esté. Quien, en agradecimiento por haberlo ayudado, le regala su avión. Ella, agradecida, lo acepta.  

FIN